lunes, 19 de mayo de 2014

Así es María

María pensaba que por tener este nombre "angelical", su vida no iba a ser desgraciada ni con grandes sobresaltos. Suponía que toda su vida sería grata y tranquila.
Su infancia fue lo que denominaba "normal".
A lo largo de su adolescencia fue cambiando su carácter, ya no lloraba cuando algo la molestaba: además se defendía a golpes y con palabras que calaban hondo en el oponente.
Se volvió una mujer fuerte, sin darse cuenta, se transformó en la jefa de su familia.

Error.

Después de casi 30 años de casados, sus padres se divorciaron. Ella, muy a su pesar, pasó a ser el medio de comunicación.

María sigue siendo fuerte y muy capaz, pero la tensión en este triángulo la ahoga. Se siente culpable siempre, porque siempre la ponen en medio, en un lugar nefasto, de mierda.
Ni siquiera se ponen a pensar que es su hija quien sufre, o sea, ni siquiera un respeto y tolerancia por ella.
Ha intentado infinitas veces correrse de ese lugar. Ha gritado, ha discutido, ha lanzado cosas por el aire...
Pero nada sirve.

María ha sufrido desmayos, ataques de pánico, taquicardias, dolores y más dolores. Porque su cuerpo expresa lo que su alma calla.

Es fácil decir que uno está ahí porque lo permite, sin embargo es mucho más complejo: se trata de pasarla lo menos peor posible. Sí, es a ese nivel...

Fuerte, María es fuerte.
Se esconde tras su sonrisa alegre, tras sus consejos llenos de optimismo.
María baila mientras cocina. Canta bajo la ducha usando el envase de shampoo como micrófono.
María hace el amor con pasión y dulzura. María sabe que es deseada por muchos hombres, incluso también por mujeres.
Cuando ella llega a cualquier lugar, el lugar se pone de colores.
Su simpatía roba risas y carcajadas. María es ocurrente.

En su casa, el tema es más difícil.
María la rema, la lucha, no afloja.
Las sonrisas se van esfumando. Se cae el disfraz.
El bullicio la obliga a refugiarse en silencios obligatorios, en momentos en blanco.


Así es María.

Una sobreviviente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario